Profesorado de Educación Secundaria en Historia
El Instituto Superior de Formación Docente “Inspector Albino Sánchez Barros” ofrece, entre sus propuestas académicas, la carrera de Educación Secundaria en Historia, con una duración de cuatro años de cursado. El plan de estudio cuenta con un total de 39 unidades curriculares.
Con la implementación del nuevo plan de estudio, a partir de 2015, se apunta a la formación de docentes para el nivel secundario. El anterior plan otorgaba el título para desempeñarse en el sistema educativo Polimodal y para el Tercer Ciclo de EGB.
Las modificaciones efectuadas incluyen nuevos contenidos. Antaño, el planteo de la historia, como ciencia, estaba basado sobre todo en la visión europeizante, como herederos de la cultura occidental. Todo estaba estructurado en función de la periodización dominante de la etapa Antigua, Edad Media, Moderna y Contemporánea. Ahora, se hizo un giro de paradigma, sin negar la anterior perspectiva; pero encarando la visión desde el continente americano, enmarcada en los cambios mundiales, en donde Europa es uno de los continentes clave.
Para graduarse, el cursante debe cumplir con la aprobación de todas las unidades curriculares, en especial las relacionadas a la práctica pre-profesional.
El campo de acción del egresado se ajusta al ejercicio de la docencia; aunque, a partir de lo convenido con la Universidad Nacional de La Rioja, a partir de 2016 se podría acceder al cursado de la Licenciatura en Historia, lo que abre el panorama laboral al ámbito de la investigación. El ciclo alcanzaría aproximadamente 4 mil horas a lo largo de dos años, con cursado en forma presencial y virtual. Es decir, el docente estaría formado para la transmisión del conocimiento histórico, mientras que el licenciado estaría más orientado a la producción del conocimiento en historia.
Según explica la coordinadora del Profesorado, Silvia García, estudiar esta carrera posibilita “entender el porqué del presente que vivimos y buscar en el pasado las explicaciones; y a su vez, no quedarse en ese pasado, sino resignificarlo en el presente para proyectar un futuro mejor, que es el desafío de todas las generaciones”. La profesora agrega: “la historia, que tiene una gran carga de elementos para poder explicar esa realidad, es imprescindible hoy, sobre todo en este mundo tan compulsivo y tan complejo. El analfabeto de estos tiempos no es el que no sabe escribir ni leer, es el que no sabe explicarse la realidad en la que vive”. El estudio “está muy relacionado a la memoria: sin memoria y sin historia, no podemos vivir”, completa.